2.18.2007

"Chile al Cosmos" en el Museo Nacional de Bellas Artes

Por: Justo Pastor Mellado [Enero, 2003]


Casagrande es un proyecto editorial que contempla como procedimiento de existencia formal la ampliación de sus soportes de producción y recepción textual. Esto ha significado trabajar una política regulada de ampliación de los soportes editoriales clásicos de la poesía. Casagrande es, originalmente, una revista de poesía. Sigue siendo, una revista de poesía. Pero su carácter editorial se ha visto modificado por las estrategias de expansión del soporte clásico: papel y tinta. Su paso a los medios electrónicos le permiten montar con mayor eficacia operaciones de repotenciamiento del imaginario de un público específico. Que es, en cierto sentido, el público que la propia revista construye a la medida de su dispositivo de interacción regulada. De este modo, se inmiscuyen en las salas de clase de las escuelas de la república, para dar tareas dispersivas a los estudiantes: escribir a las estrellas. Fomentar, en suma, pequeños actos rituales de reparación, que son remitidos a la representación máxima de las incógnitas. Miles de mensajes de chilenos circularán por el cosmos. El objetivo, al parecer, no se satisface en el momento en que alguien los lea, en algún momento remoto, sino en el hecho de que circulen. Se produce una cantidad de mensajes para que circulen. El trabajo poético de Casagrande consiste en ponerlos en circulación. Pasar de la producción de revistas de 500 ejemplares de una cincuentena de páginas a revistas de miles de ejemplares y miles de páginas implica un cambio tecnológico y simbólico significativo, que sólo puede ser resuelto a través de medios digitales. Esto ha implicado transformar las condiciones de participación interactiva, en el curso de las cuales sus responsables pasan a ser editores-facilitadores de participación textual ciudadana. Las preguntas y las demandas formuladas desencadenan procesos de enunciación que sobrepasan las certezas adquiridas y se proyectan como simples manifestaciones de deseo. Aquí, la respuesta no es lo que importa, sino el procedimiento de instalar las preguntas y lanzarlas, como mensajes a las estrellas, con la vana esperanza de que sean recogidas, para que un lector distante, se entere. Este proyecto, literalmente, consiste en la organización gigantesca de un gesto. Este gesto repite la acción de los náufragos al lanzar un mensaje en una botella, en que el único rescate posible reside en la lectura diferida de lo que hemos sido.



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